La contaminación acústica es una forma de contaminación atmosférica producida por la generación de ruidos o vibraciones de diferentes emisores acústicos, como pueden ser el tráfico de vehículos, ferroviario, viario o aéreo, obras de construcción, actividades e instalaciones industriales, comerciales y/o recreativas, etc. El ruido ambiental generado por estas fuentes puede afectar a la salud de las personas sin ser realmente conscientes de ello.
Actualmente, la normativa tanto estatal como autonómica, incorpora actuaciones preventivas que preserven la calidad acústica, a través de su integración en la ordenación territorial y urbanística, así como a la evaluación y control del ruido de los diferentes emisores acústicos.